domingo, 18 de mayo de 2014

Brujoooo!

Memorias de un borracho.

Lo más romántico que le puedes decir a una mujer…

No te puedo prometer mucho, ya que siempre lo hago y no cumplo gran parte, ni tampoco se llegar a la meta.

Lo que si te digo es que nunca dejaré la bebida; pero te puedo decir que si estoy a tu lado tu serás la única persona con la capacidad de decirme basta, y sobre todo con la única que tendré interés de charlar entre copas. Si estas a mi lado ya no buscaré a las otras 4 mujeres con las que suelo estar en la cama cuando viajas o te ausentas, al fin y al cabo siempre las llamé por tu nombre. Ya no pondré falsos pretextos para dirigirte la palabra, ya que el “visto” y el “palomazo” siempre me delatan. Ya no gritaré a los demás conductores; ahora solo me dedicaré a cantarte a la puerta de tu casa. No podré escribir groserías en los baños ni quejas en un buzón de sugerencias, mis manos estarán cansadas de escribirte poemas y canciones. No te prometo dejar de ver los atributos de otras mujeres, me gusta sentir tus celos y así poder confortar tu oído con el dulce perdón que sale de mi corazón. No te prometo la Luna y las estrellas; no están a nuestro alcance, ni a la venta. No te prometo lujos, ni ser un bello adonis; el dinero va y viene, y si yo fuera bello con tus celos no tendrías vida propia.

Si la vida fuera sencilla, no me apartaría de tu lado. Pero a quien engaño, hasta cuando vamos al escusado también necesitamos nuestro espacio. Podremos prometer mil y un cosas basadas en mentiras y buscando estafas. Si te prometiera dejar mis vicios te estaría mintiendo, ya que entre la noche y un cigarro, solo tu eres el único vicio que me deja sin aliento.



Atentamente, “Un hombre que no sabe mentir”.